–Papi, ¿qué le pasa a Julio?
–Pues que está malito, hija, y va a tener que pasar unos días en el hospital. Pero no te preocupes, que cuando nos demos cuenta estaréis jugando otra vez a la PlayStation. ¿Cómo se llama ese videojuego nuevo que os compró el tío?
–Los Sims 3 –responde la niña colocándose la diadema.
–¡Eso es! Se me había olvidado. Cómete todo el puré y así le damos la sorpresa a mamá –el padre señala la sustancia verde que hay en el plato de Duralex–. Julio va a estar muy bien aquí. Este hospital es de los más divertidos de Madrid, ¿lo sabías? Vienen payasos a ver a los niños enfermos, los médicos cuelgan dibujos en las paredes y todos se parten de risa viendo películas… Vamos, que como nos despistemos, ¡no va a haber manera de que tu hermano quiera volver a casa! –exclama antes de meterse en la boca un tenedor de macarrones con chorizo que tienen pinta de haberse pasado un poco.
–Ya, el hospital mola, pero no tienen consolas –Rosa le hace un guiño a su padre–. La ‘seño’ dice que los besos son mágicos y que, si les das muchos, curas a las personas que están malitas. Así me curé la rodilla el otro día cuando me caí del columpio. Mira –y señala su piernita debajo de la mesa abriendo los ojos como platos–. ¡Está curada!
–Oye, pues no es mala idea. Ahora cuando subamos le damos unos cuantos achuchones a Julito, ¿te parece? Cómete el puré.
–Es que está asqueroso…
–Cómete el puré y nos vamos. Que como no te lo comas mamá se va a enfadar y va a ser peor…
–Jo, pues no se lo digas.
–¡No faltaba más! No se miente, Rosa. Cómetelo y vamos a ver si ha llegado la abuela.
–Vaaaale –la niña arruga la nariz cuando traga el puré de verduras–. Papá…
–¿Qué?
–¿Le vamos a tener que cortar el pelo otra vez?
–¿A tu hermano? No lo sabemos. Pero bueno, no le quedaba mal, ¿no? –el hombre dedica una sonrisa temblorosa a su hija–. Lo que estoy pensando es que, si el médico nos dice que se lo cortemos, vamos a tener que irnos de compras. Ahora hay unas gorras ‘súper guays’.
–¡Le podemos comprar una de Bob Esponja!
–No sé, Rosa. Igual es un poco mayor para eso. ¿Qué te parece una de Iron Man? Ahora está muy de moda –sugiere levantando un puño, como si fuera a echar a volar–. ¡Qué pasada de ‘peli’ ‘Los Vengadores’, eh!
–¡Bob-Es-pon-ja! ¡Bob-Es-pon-ja! ¿Quién vive en la piña debajo del maaaaaar? –canta la hija a todo pulmón.
–Ya, sí, Bob Esponja, pero no grites tanto, que aquí hay gente que tiene familiares muy enfermos y les podemos molestar. Pobrecillos. Venga, dos cucharadas más de puré y nos vamos.
–Vaaaaale. Una por mamaaaá. Y otra por Juuuuulio. ¡Ya está! –la niña arrastra la silla hacia atrás para levantarse.
–Muy bien, ¿le subimos un bocadillo a mamá?
–Sí, ¡de tortilla de patata!
–Eso está hecho –aprueba el padre cogiendo a su hija de la mano–. Dirás lo que quieras, pero una gorra del Hombre de Hierro sería estupenda para tu hermano…
(17 de mayo de 2012)
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